junio 26, 2003

Nada muy serio
Un pasaje cómodo
Un día a medias
Toda una noche sin prisas

El carácter acoplado
Las formas improvisadas

La ocasión imprevista
Pero no interrumpiendo nada

Las exigencias al margen

El estómago plano
Liso y bebido y recibiendo baba

Cada palabra en su ubicación debida

Decantados en la habitación
Agua y el eco de una risa

Su boca me contenta y me consuela
Su actitud basta y acaba con el resto

No hay más allá de esto
No hay, tampoco, escape
No tiene fin, ni comienzo
Decido, entonces, superarlo

Así
La representación de los objetos que deseo, en lugar de resultarme esclarecida y objetivada, se vuelve cada vez más subjetiva, imaginativa. Seguramente fortalecida por la energía sustraída a la representación, mi afectividad se vuelve impaciente y obsesiva. Con la exaltación del afecto (tenso por el deseo) mi insatisfacción se exalta. Y siento entonces que una sobretensión, una sobreexcitación insoportable se apodera de mi indefenso ser. Hasta que, segundos mediante, esta horrible excitación se convierte en irritación.
Estos malditos deseos exaltados no dejan de acumularse, acorralados y haciendo pogo, sin encontrar una descarga real. No puedo desembarazarme de ellos de ninguna manera sensata. La función directriz, la espiritualización-sublimación, se desorienta. La descarga intelectual (aturdida, probablemente ciega) no encuentra sus vías de realización utilitaria, y regresa a su vez a mi imaginación, de la cual surgió.
Ni espiritualizo ni intelectualizo eficazmente. Mis funciones conscientes y superconscientes danzan y tropiezan en desorden. Soy el títere predilecto de mi imaginación, malsanamente exaltada. Me sorprendo prometiendo satisfacciones que desbordan toda posibilidad de realización o esforzándome por justificar deseos irrealizables y, por lo tanto, insensatos.
Mis deseos ya no corresponden a ninguna realidad, a ninguna posibilidad de realización.
Mi deseo ya no tiene salida; pierde su esencia misma, su razón de ser, su esperanza, y se carga de desespero: se convierte en angustia.

junio 20, 2003

Todos estudian medicina y por supuesto, se creen fundamentales en el engranaje de esta civilidad progresista. El ambiente no es el ideal pero se parece mucho a ello, y noto que es la cuarta o quinta vez que esta chica pasa a mi lado en el término de cinco minutos. Miguel, bizarramente sobrio, está diciendo: "Se mudó una pendeja al edificio. Debe tener la misma edad que nosotros. El otro día eran las nueve de la mañana y no había llegado; era un sábado o un viernes, no me acuerdo."
Y entonces, entra al bar un pibe que lleva gorrito negro y saluda a todo el mundo a nuestro alrededor de una manera espantosa, a los gritos y cosas así, se le cae la baba y parece contento. "¿Ese no es Fede Corradi?", pregunto, aunque sé muy bien que es él.
Nos quedamos un rato observando la escena desde un sólo ojo, como no queriendo entender, simulando nada. Hasta que Miguel insiste:
"Bueno, volvió tipo nueve nueve y media creo. Entonces cuando llega, la vieja empieza a putearla mal, un quilombo de la puta madre, viven en el mismo piso que yo, no se podía dormir. Estubo como media hora gritando la vieja, está hecha bosta. Que si esas eran horas de llegar, que quién se creía que era, todo eso. La pendeja no decía nada, creo. Estaba ahí parada. Hace poco que se mudaron. No sé, estubo gritando ahí como media hora. Eran como las diez de la mañana."
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, quinientos sesenta y cinco minutos de silencio indestructible, hasta que Nacho pregunta lo fundamental, lo que todos queremos saber:
"¿Y está buena la mina?"

junio 19, 2003

Consigo despertarme y apagar el televisor. Hay migas por todos lados. Hay insectos que no logro distinguir alimentándose de ellas. Por favor que sean insectos. Me pican las piernas, no hago otra cosa que rascarme. Prendo el televisor, pongo the weather channel: todo es tan divertido. A más de doce hras de su desaparición su propósito consigue su cometido. Me va poseyendo de a poco este virus, de manera que lo reconozco letal. Estaba afligido, buscaba una explicación; lluvia para esta noche: un café y más televisión.
Vino blanco y píldoras para dormir / me ayudan a volver a tus brazos. / El sexo barato y las películas tristes / me ayudan a volver a donde pertenezco.

junio 18, 2003

Vuelvo a tener gusto rancio y mis condiciones no hacen más que empeorar la cosa. Esto no funciona; probablemente no funcionó desde un primer momento. Estoy a pocos metros, han pasados tan sólo 20 minutos, la cosa no hace más que empeorar. Nada me ata a este locutorio, a esta máquina ajena, a esta infelicidad incisiva; sin embargo no hay nada que pueda hacer para salir de acá y catapultarme al mundo reglamentario. No quiero convenciones, no quiero cordialidad, ni maneras finas, ni formalidades huecas. No quiero saber quién va adelante en las encuestas, no quiero programar el despertador, no quiero chequear la agenda para felicitar al cumpleañero de turno. Científicos neozelandeses enseñan a leer a vacas lecheras mientras yo pido un cortado levantando el dedo índice. La fábrica de realidades disímiles funciona de mil maravillas. La globalización se ha desinflado de momento y su marea ha dejado en la costa algo de espuma y montones de réplicas originales de la cresta de david beckham. No quiero moverme, no quiero reflexionar sobre el sentido del tiempo, no quiero fusionar métodos empíricos de vanguardia, no quiero pedir pizza por teléfono y tener que esperar media hora. No pretendo la utópica vida de un ex-combatiente: prefiero pasar la lengua por ahí, escuchando techno.

junio 17, 2003

Un vuelvo, un vuelco quisiste decir, sabías que iba a caer un la trampa, que lo repetiría en algún lado. Que mi enfermedad continúa latente aunque no se muestre de mi mano en las peatonales de esta tarde oscura y diminuta. Volvimos sin enterarnos de nada, cambiamos besos por un para de rosas, la brisa era simple y cariñosa e, infrecuentemente, no llevabamos prisa. Soplaste apenas sobre mi cuello y me dijiste que me amabas. Y reconocí que el ímpetu conciente y todo este encantamiento herido, aunque remendado con esmero, no satisfizo mis ansias de pasión o desenfreno, o de imposible gestión desgarradora de cariño. Y acá, y ahora, caigo nuevamente en la idiotez de la que soy rehén, y busco sediento dentro de este calabozo opresivo un orificio, un resquejo por donde idear una especie de esperanza, por donde llamar a alguien que venga y arregle esto. Someone always does.

junio 13, 2003

Your alarm bells
Should be ringing

Un rojo furioso. Aparece. Desaparece. Vuelve a desaparecer, antes apareciendo. Nos aprieta el estómago, sentimos asfixia, nos martillean la cabeza, la transpiración arde sobre la frente y seguramente quema y deja una marca. Sentimos la descarga eléctrica, el foco que se enciende nuevamente: espantoso; el proceso forrísimo vuelve a comenzar. Esto es un infierno, la garganta me pica, y a vos? Necesito saliva, la puta madre, necesito saliva…

junio 12, 2003

para Lu.
(no sé, creo que es a la única que le interesaría...)

"A Eros

He aquí que te cacé por el pescuezo
a la orilla del mar, mientras movías
las flechas de tu aljaba para herirme
y vi en el suelo tu floreal corono.

Como a un muñeco destripé tu vientre
y examiné sus ruedas engañosas
y muy envuelta en sus poleas de oro
hallé una trampa que decía: sexo.

Sobre la playa, ya un guiñapo triste,
te mostré al sol, buscón de tus hazañas,
ante un corro asustado de sirenas.

Iba subiendo por la cuesta albina
tu madrina de engaños, Doña Luna,
y te arrojé a la boca de las olas."

pd, con las comillas sigue apareciéndoseme Scarabush.

junio 11, 2003

a la manera de almu, no lo vamos a negar. Tomémoslo más bien como un pequeño ensayo. Y como un humilde tributo.

a veces me inspiro, y me quedo todo adentro de la nariz. Siento como un resfrío muy grande, muy grande y verde. Es que no estoy maduro todavía. No estoy para hacerme bolita y lanzarme al plato de comida de mi compañera de oficina....
Stepperwolf (according to lu) says:
y me cuesta trabajo respirar
Stepperwolf (according to lu) says:
y entonces abro mucho la boca.
VEROKINA says:
aajjja
Stepperwolf (according to lu) says:
y trago mosquitos
VEROKINA says:
es todo un tema lo tuyo
VEROKINA says:
te hiciste ver?
Stepperwolf (according to lu) says:
y a veces mariposas
Stepperwolf (according to lu) says:
y a veces un beso
Stepperwolf (according to lu) says:
inesperado
Stepperwolf (according to lu) says:
que me rescata
Stepperwolf (according to lu) says:
y me hace suspirar de una manera inédita
Stepperwolf (according to lu) says:
exalo y ya estoy fuera otra vez
Stepperwolf (according to lu) says:
y dejo de estar resfriado

junio 09, 2003

almost nothing, just a grumpy old man...
Nadie viene tan rápido. Además, este tiempo es letárgico, y los otros tiempos deportistas, profesionales y doctores lo envidian profundamente y hablan de él durante sus infrecuentes ratos libres, concertados en cafés burgueses. Teorizan murmurando y planean abandonar sus familias, sus oficinas, sus coches y celulares para echarse en la sombra fresca de un ombú, arrancar un puñado de pasto y disponerse de esa forma a ser letárgicos. Pero no saben que el letargo es posesivo, y no una actitud que se adquiere tan sólo mediante un fervoroso deseo y una gran disposición. Los de afuera envidian, y cómo nunca serán realmente letargos –al menos por sus propios medios-, siempre envidiarán. Los letárgicos son concientes de que esa envidia, casi todo el tiempo, es algo saludable.
El letargo duradero forma su núcleo en la nuca del poseso, y con el paso del tiempo la concentración aumenta y se hace sentir más fuerte. Es un proceso fisiológico espantoso que, además, es insensible a pomadas y medicamentos. Es una bosta y no tiene remedio.

junio 08, 2003

esto es. Todo terminó. Nada queda por hacer. Solo empezar de nuevo.

junio 06, 2003

Café?
Echo una mirada a este pibe, al beto. No, así estoy bien es lo que le contesto. Aunque no estoy del todo seguro.
Estás seguro? Mirá que no me cuesta nada. Todo esto mientras conecta los parlantes al equipo y golpea el pucho contra el cenicero.
Dejo que la conversación se agote por discontinuidad. No encuentro las razones que me trajeron hasta acá, hasta el bar del pibe este. Pato se fue por el fin de semana, no estoy seguro de que vuelva. Estaba aburrido en casa. No sabía muy bien que hacer y me decidí por esto.
El pibe este consiguió hacer funcionar el equipo y viene hacia la mesa enlatado en una sonrisa pelijorra extremadamente servicial. Va a preguntarme por ella, estoy seguro; le tendría que haber aceptado el café. Y Pato?
La puta madre, no tengo ganas. Se fue a Bs As, le digo, y juego con el encendedor. Se me rompe.
Aguantá que te traigo uno, tengo un montón que hicimos para regalar acá dentro. Beto desaparece por un rato: en buen momento lo del encendedor. Todavía me queda volcar el vaso de agua, seguramente iría por una rejilla. Estoy llevando la cosa bastante bien, me compongo.
En la vuelta la mueca generosa no se le desprende, es perturbador en grado alto. Trae, en efecto, el flamante encendedor y creo que está de más decir que es una bosta.
Gracias boludo. Los estoy perdiendo todo el tiempo.
Y a qué fue a Bs As?
Ehhh, creo que tocaba Cris Morena en Cemento, y entraban gratis… qué culo que tienen no?
No se te puede preguntar nada a vos… hacía una bocha que no te veía… Y ahora me mira como me miró siempre, decí que el humo cortina un poco… Qué ganas de irme a la mierda! Pero hay que hacer un poco de aguante ahora, me acaba de regalar un encendedor.
Y vos, seguís solo? (me importa un carajo, por dios!). Le sonrío.
Estuve con un par de minas, pero qué se yo…
Che, esto es the stooges?! Es imposible que halla puesto este disco! No puede ser verdad: soy presa del pánico. Decime que no es cierto…
Ahá, el primero creo. Y apaga el cigarrillo. Cada-movimiento-friamente-calculado.
No puedo más. Se lo digo: no puedo más, no consigo… Me encuentro solo sin Pato, estoy perdido. Anoche vomité la alfombra del living… fue sin querer… no sé quién la limpia ahora…
Aunque, al final, no le digo casi nada. Tampoco sé si se da cuenta. En todo caso, no me interesa.
Sartisfacción? Arriesga cómplice, qué es lo que no consigo…
Fun. No fun baby, no fun.

No fun to be alone
Walking by myself
In love with nobody else...
ya está. todo solucionado.
Bienvenidos a mi plantación de opio, bienvenidos a la locura impresa.
Bienvenidos placeres fugaces, bienvenidos tumultos.
Bienvenidos amigos perezosos, frentes húmedas, oníricos frutos.
Bienvenidos salvajes y rumiantes, espantosos e impresionables.
Bienvenidos a la contaminación empalagosa, al resultado final y definitivo de la mediocridad diurna.

junio 05, 2003

Frutiger, ok, estamos de acuerdo...
Todos estamos medio enfermos, más en esta época del año donde hay gaviotas melancólicas pero los perros sufren, se cagan de frío…
Por otra parte, es imprescindible dejar un recado, modulando, abriendo bien la boca, queriendo la conversación inteligible, sin tener que emplear muchas fuerzas para oír. Ya saben, imitar a mario zapag, nada de otro mundo.

Aunque esté nublado y el gris le joda y él diga que le da cagadera, el rubio que está leyendo una novela de Daniel Steel sale de casa y sube a un taxi. Quiere foyar, a toda costa, cueste lo que cueste, caiga quien caiga. Quiere olvidarse que ama y no es correspondido, haciendo lo que no corresponde. Al Normal 3, le dice al tachero y se huele la mano izquierda, pero vamos despacio, andá tranqui vos…
Supe que me he enterado de algo. Parece muy importante, todos mis amigos revoloteando curiosos a mi alrededor como moscas famélicas. No tengo idea de lo que se trata, pero tampoco pienso decirle esto a nadie. Mantendré el secreto, porque es lo que he jurado hacer. Aunque no sé a quién he jurado, ni por qué cosa. Tal vez he jurado no saber de qué se trata todo esto, tal vez sea hora de Eleusis. De cualquier forma, me siento orgulloso de ser revoloteado por moscas hambrientas, de ser el centro de atención. Y esta noche me voy a dormir contento, aunque no sepa de qué se trate.

junio 04, 2003

Can`t read, can`t write, gonna buy me a telephone.

junio 03, 2003

Verdes, verdes, verdes, los mocos color pastel. Los martes son tan aburridos que no tuve más remedio que resfriarme. Me quedé en cama hasta las tres de la tarde, olfateando mis nervios, babeando la almohada, despeinándome. Gemí en susurros pares, crecían lágrimas hirviendo al cerrar los párpados, en vano traté de contener mi mandíbula, hacer que los dientes dejen de rechinar. Incluso planeé pedir el día, quedarme echado boca abajo hasta mañana. Pero mañana haría lo mismo, y el día después de mañana, y pasado mañana más dos días y así. Legaría el viernes y la mujer que limpia en casa entraría a tender las camas, a pasar la aspiradora y me encontraría acurrucado y amarillo, aguantándome las ganas de mear, tiritando del frío, con los calzoncillos del lunes. Entonces me levanté y calenté café, y me di cuenta que estaba vestido. Solo necesitaba cepillarme los dientes y estaría listo.

junio 02, 2003

Debo empacar rápido antes de que llegue el demonio y meter estos tres atados, la boina de pedro, los discos de velvet underground, la camisa caqui que robé del armario de nico; todo dentro de la bolsa de supermercado porque no encontré otra cosa; porque en casa no hay maletas, no hay otras bolsas mejores tampoco; porque solo se sale los días de semana para ir al supermercado, por ahí se pasa por el kiosco cuando no quedan puchos, por ahí por la casa de ameida cuando duele el pito, pero nada más. Debo empacar rápido, con mucha fuerza, poseído por Hill and Ben o por cualquier otra sutileza sonora, furiosa, acalambradora de brazos y hombros, vértigo del más puro y el goce y alivio inconscientes de no estar pensando en más adelante. Sale en tres minutos el autobús para Colorado, si me calzo no llego, si dejo de prestarle atención a mi cabeza y comienzo a correr va a funcionar, esto puede funcionar, ojalá funcione. No me banco al pelotudo ese…
hey kid, gimme that flower!
Por favor, no empec÷Ÿa pensar cualquiera... tranquilizate boludo, no te pongas paranoico... parᠣon el pucho, bebî^᳠agua... alquilate una peli de adam sandler y dejᠤe mirar el telñUno de reojo, no seas pelotudo... en serio te digo