junio 06, 2003

Bienvenidos a mi plantación de opio, bienvenidos a la locura impresa.
Bienvenidos placeres fugaces, bienvenidos tumultos.
Bienvenidos amigos perezosos, frentes húmedas, oníricos frutos.
Bienvenidos salvajes y rumiantes, espantosos e impresionables.
Bienvenidos a la contaminación empalagosa, al resultado final y definitivo de la mediocridad diurna.