El tiquet que explotó
Un silencio vibrante zumbaba en el aire magnetizado – Titilante luz azul le tocó el recto y los genitales jugando por la línea divisoria y le dejaron en la boca un sabor metálico – Acumuladores más pequeños provistos de mangueras se aplicaban directamente a las zonas erógenas así se recibía y transmitía el mensaje del orgasmo – Luego pasó a otras cámaras con símbolos sexuales magnetizados en paredes giratorias – Los otros tres muchachos ya no estaban – Los habían reemplazado por copias precisas de una sustancia como ámbar flexible con moldes de los cuerpos, y soldando las dos mitades – Aromas salpicados como vibradores eléctricos deslizaron hacia mí los maniquíes – olor a mucosa rectal, sudor, jabón carbólico, leche y ropa interior rancia sobre limpia carne joven – Desde radios de transistores en la garganta le flotaban todas las palabras sexuales de sus sueños húmedos y sus tardes de masturbación – El canal del pene era un tubo de hierro articulado cubierto por una esponja de goma – Vello púbico de alambre fino crepitó en chispas azules – En respuesta a la atracción magnética de los símbolos de las paredes las vergas de los maniquíes se levantaron – “Inclínate” Bradley se estiró sobre un bastidor de hierro – El maniquí era precisamente yo lo penetró con un lento movimiento magnético – Un titilante fuego azul se le disparó a través de los genitales traspasados por los símbolos de la magnética pared giratoria – el vibrador se encendió mientras los otros observaban – lujuria idiota bebiéndole la leche desde ojos de pantalla – Succionantes conos de color que le disolvían el pene en orgasmos de luz – “¿Mejor que ‘la de verdad’? – No hay nada ‘de verdad’ – Maya – Maya – Puro espectáculo” -
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