mayo 26, 2004

Leyendo este blog me siento un pornógrafo. Uno satisfecho, por supuesto. Debe ser casualidad, el hecho de tanto erotismo en continuado. Pero de nuevo, la casualidad es solamente una conversación de borrachos ociosos, y el sentimiento dominante es un nervio ahumado, una barricada sádica en los jardines de Carlos Paz. Y la visión: jugo de mejillas, extra large, costumizado, sospechosa adherencia en una vieja edición de Husler.