marzo 26, 2004

En esas, se acerca a mi coche Helena de forma solemne, sulfúrica y de un ademán señorial nos hace entendidos. Es el segundo apocalíptico más surrealista de mi vida. La tomo del brazo y la atraigo contra mi, notando con entusiasmo su aroma ácido. Empuño su cabellera inclinándole la cabeza hacia atrás y muerdo su mentón violentamente salpicando sangre, escupiendo saliva y sangre, conduciendo hacia un pasaje de maniquíes cromadas, miles de ellas en fila india, aguardando ser manchadas por el sol.

marzo 15, 2004

No puedo detenerme para dormir. Apenas reparo en mi horizontalidad, en el mutismo de mi compañía, la extraña percusión de lo que me resta por hacer comienza su obra total. La mórbida conciencia invade por doquier, un ejercito armado hasta los dientes y padezco el resonante galope de sus corceles sobre mi estómago hasta que digo basta, es suficiente. Me levanto, arrojo las sábanas en un acto de indignación algo apostado y decido purgar mi alma colérica con estas letras obtusas, nada efectivas, siempre redundantes. Mi horizonte es una idea abortada, escenas superpuestas sin razón absoluta, un calidoscopio de oferta robado en el cine de la cortada. La máxima de todo es posible aúlla en la noche cerrada mientras escarbo desesperado en busca de pavor.

marzo 12, 2004

The Man Comes Around, de "American IV: The Man Comes Around" de Johnny Cash.
No hay nada más doloroso que escuchar por primera vez un disco de Frusciante. Algo que se parece a la escarcha inunda toda incertidumbre y me convierte en este individuo temeroso. Latente y duro, temiendo lo peor. Y de repente ahí está, otra vez, esa cosa. Qué mierda es esto? Y se lo adjudico todo a la abstinencia de drogas.
Dentro de una semana estaré escuchando el disco con una frecuencia de cuatro veces por día.

marzo 10, 2004

Es una advertencia esta noche de locos. Por poco se me cae el último cigarrillo desde el balcón. Pero esto es serio, es el guiño definitivo antes del colapso total. Tómalo o déjalo. O se cambia la actitud, o pasamos al otro lado. Esta enfermedad ansiosa no hace concesiones.
Todo comenzó a las siete de la tarde, con Miriam prendiéndose al timbre, mi saco esquivo perdido en el placard. Con una demora de cuarenta minutos sentado en su coche, y nos dirigimos al puerto donde nos esperan todos. Camuflados, bebidos, ansiando un entusiasmo vago y despreocupado. Llegamos y se huele pescado frito, goma quemada y hollín. La porquería desprende amistad asesina. Nos estacionamos entre aullidos y saltos mal amortiguados, bienvenidos sean. Bipper está allí, Gimer está allí, Cubo, Miguel, Sancho, todos los demás menos Rico. Su esposa ha muerto esta mañana sosteniendo una sartén por el mango. “Salí de ahí” fueron con seguridad sus últimas palabras. Pero en cualquier momento de la noche aparecerá, todos sabemos bien que él no dejará de venir a acompañarnos. Y la mierda nos satisface.
Escucha: tengo una preposición para hacerte: oiremos todo el sur. Qué te parece?
Mierda. Siempre tienes que salir con esas cosas?
No, escuchá, prestá atención. Salimos en mi auto tipo seis, compramos unas cervezas, vamos hasta Highbury, nos tiramos boca arriba... oiremos todo el sur, te lo prometo.
Me estoy cansando de estas cosas, sabés. Ayer fue la ropa interior, la semana pasada la idea del desasosiego. Hoy esto, sin saber de qué se trata, siempre es lo mismo...
Bueno, no sé que hacer. No sé hacer otra cosa. Qué querés que haga...
Viajemos, conquistemos Humahuaca! Robemos una ambulancia! Calentamos corchos y nos presentamos como Dizzy Gillespie y Charlie Parker...
Me duelen las piernas, Jose, estoy cansado... No tenés algo para convidar?
Nada. Estática. Estoy pasmado.

marzo 09, 2004

Un gris sol de opaca transición decae. Caen fetos verdes desde las copas de los árboles, de un gran término provenimos todos nosotros.
Caín bebe del arroyo sintiendo una especie de bendición divina, proverbial, y luego se empaña el cabello de la transparencia del agua. Un torrente de información vertiginosa fluye en su cabeza, pero de momento el agua ha quitado del medio toda preocupación. Lo que resta, entonces, es sólo vergüenza. Y está bien, piensa, por qué no?
Dejemos esto de lado y concentrémonos en la nada. En este amalgamado e inherente zumbido que condiciona mi acto. Estoy solo y comienzan a escucharse los rugidos de los colectivos, la ciudad se despierta una vez más y trato de superar mi desastre patológico. “Cíclico, Mr. Fritsz, cíclico. Una vez más, pero está bien. Puedo soportarlo”. “Qué te parece una pequeña fiesta esta noche”. “Creo que podría soportarlo también. Necesito alguien con quien conversar”.

marzo 08, 2004

Réplica uniformada del simio en paragüas.
-Bien, he cometido otra estupidez, Jason. He vuelto a vivir con ella, pero sólo un momento.
-Pero por qué?
-Por qué? Porque era lo que había que hacer. Nunca has sentido el impulso de hacer lo correcto. De enmendar todos tus errores con un solo acierto? Pues eso es lo que debía hacer y lo que hice fue eso.
-Y ahora?
-Y ahora a arrepentirme. Nunca he podido escapar de este ciclo. Pero mientras tanto, lo convierto en mi especialidad.
-De todo esto entiendo muy poco, sabes? Quizás comience a leer secciones de turismo en los periódicos.
-Haces bien, y estás en lo cierto. Puedes empezar por eso.
-Jason?
-Si?
-Mientes.
ya no soy el mismo sujeto de antaño. mis tejidos envejecen, mi capacidad pulmonar se resiente cada minuto, mi ansiedad se dispara hasta el màximo insospechable. a pesar del hypokéimenon, casi no reconozco este espíritu mío. produzco muy poco y la angustia es un trauma poderoso e insostenible. me visto de gala para creer un poco en una rehabilitación. enciendo otro cigarrillo para emponzoñar un poco el asunto. siempre me ha parecido mejor soñar y congratularme. desde un principio todo me ha parecido extraño, muy extraño. y algo sospechoso.

marzo 02, 2004

Pan y Circo, si. That´s what I want. Circo. That´s what I need. Si, Oh, Yes. Please. That´s what I want...