No hay nada más doloroso que escuchar por primera vez un disco de Frusciante. Algo que se parece a la escarcha inunda toda incertidumbre y me convierte en este individuo temeroso. Latente y duro, temiendo lo peor. Y de repente ahí está, otra vez, esa cosa. Qué mierda es esto? Y se lo adjudico todo a la abstinencia de drogas.
Dentro de una semana estaré escuchando el disco con una frecuencia de cuatro veces por día.
Dentro de una semana estaré escuchando el disco con una frecuencia de cuatro veces por día.
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