Ultimamente un comportamiento extraño, de manifiesto en muchas circunstancias. Acaso el precedente original fue el momento en que vió a Susan llendo hacia el otro lado del pasillo. Intentó llamarla pero un grito no fue suficiente, no lo suficientemente alto. Entonces viró, golpeó la puerta más inmediata y saludó amablemente al anciano de viscera que le atendió. Esto es todo buenas tardes. De estas características irrisorias son la mayoría de las historias que de él tengo para contar. Tardes de limonada en la cofradía, lecciones de strip-poker, relecturas eróticas en grupos de terapia familiar. Cosas así. E inmediatamente me refresco el rostro turbio. Un comportamiento extraño, de manifiesto en muchas circunstancias. El movimiento zigzageante en parodiada progresión.
No hay noticias suyas por estos días. Sinceramente hace tiempo que no sabemos nada de él. Pero estará seguro, en alguna mesa ajena, descalzándose furtivamente, esforzándose por contener la mueca que termine con la velada.
Me río, porque no lo conseguirá.
No hay noticias suyas por estos días. Sinceramente hace tiempo que no sabemos nada de él. Pero estará seguro, en alguna mesa ajena, descalzándose furtivamente, esforzándose por contener la mueca que termine con la velada.
Me río, porque no lo conseguirá.