Era un recuento menstrual de trece láminas. La primera, en plaza Francia. Un lejano tipo de manos heladas y sobretodo. La segunda, un obrero de la construcción, flamante fobia a la minifalda. La tercera, galante señora envejeciendo junto al teléfono: "ah si, son terribles, si". La cuarta sin tildes, angosta visión telúrica, oh, Mic, es Mic. La quinta, en inferiores, trabajando duro como un asno; dicho por Tic, el maestro. Uff, la sexta... trece láminas para un recuento menstrual irrelevante.
febrero 18, 2005
Entradas previas
- Detrás del polvo queda el vacío, y una escandalosa...
- De padre alemán y madre irlandesa, el saxofonista ...
- Chico Buarque y Keith Jarrett me miran de reojo mi...
- Chico: Un coche y un chofer cuestan demasiado. He ...
- twilight haven't laughed this hard in a long time...
- Desde un cálido cefecito de Bariloche pensando en ...
- Completamente quemado, como diría Charlie Brown, l...
- Bueno, digamos que estaba buscando boludeces para ...
- Excursión en los Galpones del Puerto La Mutación C...
- De pronto muere la corriente y vagan a la deriva ...
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home