febrero 18, 2005

De padre alemán y madre irlandesa, el saxofonista Paul Desmond recibió las primeras nociones de música de manos de su padre, que durante cierto tiempo había estado tocando el órgano en un cine mudo para acompañar las escenas de las películas y más tarde hizo de arreglista para orquestas de baile. Desmond estudió en el San Francisco Polytechnic y en el State College donde consiguió diplomarse en el clarinete, un instrumento que siempre la había fascinado. Fue en 1950 cuando decidió adoptar el saxo alto como su instrumento definitivo y con el que tuvo sus primeros escarceos con la música profesional en el seno del grupo de Jack Fina.
Influenciado por Johnny Hodges y sobre todo por el sonido del saxo de Pete Brown, saltó a la fama diez años mas tarde cuando el pianista Dave Brubeck, con quien permaneció la friolera cifra de diecisiete años y al que conocía desde 1943, lo llamó para formar parte en 1951 de su cuarteto. En ese grupo, Paul Desmond era el músico más talentoso y contribuyó esencialmente en el éxito del combo con su característico estilo melódico, de gran pureza, lleno de vigor y dulzura al mismo tiempo. Su aportación a los grandes discos de Dave Brubeck, especialmente en el extraordinario tema "Take Five" -grabado para Columbia en el año 1962 con el álbum "Time Out"- fue extraordinaria y a partir de entonces, Desmond fue reconocido como el alma máter del cuarteto de Brubeck. Fuera del contexto del grupo de Brubeck, Paul Desmond grabó, no sin cierto disgusto de Brubeck, algunos discos extraordinarios con el saxo barítono Gerry Mulligan y con el guitarrista Jim Hall. También grabó varios discos a su nombre, fundamentalmente cuando se disolvió el cuarteto.
En los setenta, Paul Desmond casi desaparece de la escena musical del jazz debido a sus endémicos ataques de pereza, sus problemas con el alcohol y también por la aparición de los primeros síntomas de la enfermedad que le quitaría la vida: un cáncer de pulmón. En 1972 reaparece efímeramente al lado de Dave Brubeck en el Festival de jazz de Newport. Decidió escribir su propia autobiografía pero otra vez la pereza le impidió pasar del primer capitulo. En 1974 se instala en el famoso "Half Note" de New York con su propio cuarteto donde noche tras noche deleita a numerosos seguidores. Saxofonista infravalorado hasta hace muy poco, hoy la crítica le reconoce lo que le negó en vida: ser uno de los grandes músicos de jazz de toda la Costa Oeste de los Estados Unidos y un maestro en el arte de la improvisación, siendo su sonido reconocible desde las primeras notas.
Dotado de un fino humor (el seudónimo de Desmond lo buscó en una guía de teléfono), dejó todo su dinero a la Cruz Roja, su piano Steinway al club Bradley's y especificó en su testamento que su cuerpo fuese cremado porque, textualmente, no quería ser un monumento camino del aeropuerto.

Preámbulo nº5 de Patrick Bateman.