octubre 14, 2004

Un veterano de Kansas llamado Joe Lázaro fue el instrumento del destino alterado. Le había pegado una coz en la cabeza una mula y le habían declarado muerto en el Memorial Hospital de Lawrence, pero le volvieron a la vida. Como san Pablo, derribado del asno en el camino de Damasco, Joe Laz, tras su recuperación milagrosa, sabía lo que tenía que hacer.
Se propuso producir una mula fértil. Expuso esperma de asno y de caballo a radiación orgónica en una pirámide magnetizada e inseminó al animal; no obtuvo resultado. Así que fue más lejos: preparó un establo magnetizado y bombardeó a los animales copulantes con ROM (Radiación Orgónica Mortal). Se cosio dentro de una piel de cabra y azotó a sus animales al compás de la salvaje música de Pan -toda mujer alcanzada por el látigo de Dios Cabrón concebirá-, y creó por fin una mula fértil.
Los escépticos aseveraron que la mula de Joe Laz era el fraude más colosal desde el Hombre de Piltdown.
-Lo tenía guardado en la manga- dijo Joe inmutable.