Durante una larga temporada me vi sumergido en un ensimismamiento catatónico, casi vaporoso. Mis días iban desde la embergadura acrílica del grifo de la la ducha hasta una manta roñosa con sabor a corcho. Incesantemente se difundían maratones benéficas por televisión. Todo esto hasta que conocí a Betty B. Y mi vida cambió.
diciembre 30, 2003
Entradas previas
- No corre aire, nada nada de aire. Antes era distin...
- Como pipas, tiempo ha pasado desde aquellos doming...
- the speak dial, framer, sink. his teeth, and usual...
- Ni los ríos ni los sueños me producen fascinación.
- qué pasó? dónde está laura... un refugio menos...
- El Dr. Benway hace referencia a la actualidad del ...
- Me quedaré encerrado acá hasta que el velo caiga. ...
- Mirá vos, quién hubiera dicho que te iba a encontr...
- bue, hay una cantidad de gente impresionante a mi ...
- Vine hasta este locutorio y pedí pizza. 40/45 minu...
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home