julio 22, 2003

Si Japhy mencionaba los sacos de dormir, Morley replicaba con cosas como ésta:
-Soy poseedor de un saco de dormir francés azul pálido, de poco peso, pluma de ganso, una buena compra, me parece, lo encontré en Vancouver, muy adecuado para Daisy Mae. Un tipo totalmente inadecuado para Canadá. Todo el mundo quiere saber si su abuelo era el explorador que conoció a un esquimal. Yo mismo soy del Polo Norte.
-¿De qué estás hablando?- preguntaba yo desde el asiento de atrás.
Y Japhi decía:
-Sólo es una cinta magnetofónica interesante.
Les dije que tenía un comienzo de tromboflebitis, coágulos de sangre en las venas de los pies, y que tenía miedo a la ascención del día siguiente, no porque me pareciera difícil, sino porque podría encontrarme peor al regreso. Morley dijo:
-¿La tromboflebitis es un ritmo especial al mear?
Y cuando dije algo de los tipos del Oeste, me respondió:
-Soy un tipo del Oeste bastante idiota... Fíjate en los prejuicios que hemos llevado a Inglaterra.
-Morley, tú estás loco.
.No lo sé, quizá lo esté, pero si lo estoy de todas maneras dejaré un testamento maravilloso. -Y luego añadió sin venir a cuento-: Bueno, no sabeís lo mucho que me gusta subir montañas con dos poetas. Yo también voy a escribir un libro, será sobre Ragusa, una ciudad república marítima de finales de la Edad Media, ofrecieron la secretaría a Maquiavelo y resolvieron los problemas de clase y con una generación contaron con un lenguaje que se impuso para las relaciones diplomáticas de Levante. Esto fue debido a la influencia de los turcos, naturalemente.
-Naturalemente- dijimos.
Así que levantó la voz y nos hizo esta pregunta:
-¿Podéis aseguraros una Navidad con una aproximación de sólo dieciocho millones de segundos a la izquierda de la chimenea roja original?
Y así era Morley.

Clon.