julio 10, 2003

El frío sorpresivo de las palizas
de borrachos con sus tronos
de pinos grises, de felpudos rotos

o recostarse en montañita
de arena
y morirse ahí por unas horas
dejarse hacer de nuevo

infecto de luz y acobardado,
espero que la claridad se quite
de entre nosotros
que deje ver tus hombros
que no sean marchitos
ni migajas de cristal ardiente

Oigo gemir! el cuarto piso;
encuentro algo mucho mejor

Oigo gemir! el cuarto piso;
ira blanca o tristes sofocones

la mugre de la piel
al aire
al abismo del dolor

nunca pertenecemos
ni somos semejantes al terror
de sentirse único

a vos te pasa igual