noviembre 11, 2006

Tarnation, de Jonathan Caouette


Todo mi amor por el cine como hecho estético y la obsesión por esa especie de collage sonoro proveniente de él -obsesión que proyecté en algunos pasajes de mis programas-, los vi reflejados esta noche en Tarnation.
La primera mitad de la película me dio la sensación de estar ojeando el diario íntimo de un adolescente, aunque en este caso la trayectoria recorre desde su ascendencia hasta una supuesta adultez, nada reconfortante. La segunda parte está bien resuelta (lo que no es precisamente un elogio), pero la impresión reinante es la del viaje alucinado, vernáculo y a su vez clínico.
"Tenía todo el tiempo la sensación de estar viviendo un sueño, y al mismo tiempo la sensación de estar viéndolo todo desde un punto externo".