abril 25, 2006

¿No es como una costa esta cama,
sólo una franja de costa, sobre la que yacemos?
Nada es seguro, más que tus altos pechos
que sobrepasan en vértigos a mi sentimiento.

Pues esta noche, en la que tanto se gritó,
en la que se llaman y desgarran los animales,
¿no nos es tremendamente extraña? Y cómo:
lo que se alza fuera lentamente, y llamamos día,
¿acaso es más comprensible que ella para nosotros?

Habría que meterse el uno en el otro
como los pétalos en torno a los estambres:
tanto está lo desmesurado en todas partes,
y se amontona y contra nosotros se lanza.

Pero, mientras nos apretamos uno contra otro,
para no ver cómo se acerca por todas partes,
puede surgir de ti, puede surgir de mí:
pues nuestras almas viven de traición.


Impresionante la poesía de Rainer Maria Rilke.

abril 21, 2006

"no, Sra. Picato tenía yo..."

abril 18, 2006



Paenza escribió este artículo para Página 12. Esa publicación me huele raro, pero de vez en cuando...
Todo lo que se refiere a simios me llama la atención.


Sobre la conducta de los monos

Suponga que uno tiene seis monos en una pieza. Del cielo raso, cuelga un "cacho" de bananas. Justo debajo de él hay una escalera (como la de un pintor o un carpintero). No hace falta que pase mucho tiempo para que uno de los monos suba las escaleras hacia las bananas.

Y ahí comienza el experimento: en el mismo momento en que toca la escalera, todos los monos son rociados con agua helada. Naturalmente, eso detiene al mono.

Luego de un rato, o bien el mismo mono o alguno de los otros hace otro intento con el mismo resultado: todos los monos son rociados con el agua helada a poco que uno de ellos toque la escalera. Cuando este proceso se repite un par de veces más, los monos ya están advertidos. No bien alguno de ellos quiere intentarlo, los otros tratan de evitarlo, y terminan a los golpes si es necesario.

Una vez que llegamos a este estadío, retiramos uno de los monos de la pieza, y lo sustituimos por uno nuevo (que obviamente no participó del experimento hasta aquí). El nuevo mono ve las bananas e inmediatamente trata de subir por las escaleras. Para su horror, todos los otros monos lo atacan. Y obviamente se lo impiden. Luego de un par de intentos más, el nuevo mono ya aprendió: si intenta subir por las escaleras, lo van a golpear sin piedad.

Luego, se repite el procedimiento: se retira un segundo mono y se incluye uno nuevo otra vez. El recién llegado va hacia las escaleras y el proceso se repite: no bien la toca (la escalera), es atacado masivamente. No sólo eso: el mono que había entrado justo antes que él (¡que nunca había experimentado el agua helada!) participaba del episodio de violencia con gran entusiasmo.

Un tercer mono es reemplazado y no bien intenta subir las escaleras, los otros cinco lo golpean, impidiéndoselo. Con todo, dos de los monos que lo golpean no tienen ni idea del porqué uno no puede subir las escaleras.

Se reemplaza un cuarto mono, luego el quinto y por último, el sexto, que a esta altura es el único que quedaba del grupo original. Al sacar a éste, ya no queda ninguno que haya experimentado el episodio del agua helada. Sin embargo, una vez que el último lo intenta un par de veces, y es golpeado furiosamente por los otros cinco, ahora queda establecida la regla: no se puede subir por las escaleras. Quien lo hace se expone a una represión brutal. Sólo que ahora ninguno de los seis tiene argumentos para sostener tal barbarie.

Cualquier similitud con la realidad de los humanos, no es pura coincidencia ni casualidad. Es que así somos: como monos.

abril 11, 2006

Estoy caído. Todo tiene que ver con todo, la marea que no piensa en verter más allás de todo tiene que ver con todo. El beat que desea más que desea infierno, pero no, calma.
"Chillout".
Serviría un futbol menos esponsoreado, de modos completamente ingenuos y seguros. Miro la pelota embarrada a través de mis lentes ahumados y la gloria fue fue fue antes, mucho antes que el clima. Muchísimo antes. Pum pum pum el beat desaforado sacude las ventanas mis pensamientos sobre una roca mis pensamientos sobre martha stuwart sobre arnaldo andré sobre sylvia plath sobre la fucultad sobre las oportunidades dejadas de lado sobre richard gere me refiero a cómo dispara si en la última que vi era un millonario seductor y una conchuda moría de cancer.
Todo este tiempo sirvió de repasador-
Y mientras tanto las cosas no se han resuelto y mi atención espantapolillas aún intermitente escena dos entra Gere:

- ¿alguna vez le han dicho que usted tiene las piernas más bonitas?

Pero nada ha acabado aún y serán días mejores los próximos.

Serán empapelados, glaciales y tenues,
como mi interior idealizado.