febrero 15, 2007
febrero 13, 2007
¿No es curioso que no haya emergido ningún tipo de resistencia global a través de la comunicación global en respuesta al capitalismo global? Hay muchos asuntos individuales, muchas áreas de conflicto, pero todavía no hay ningún sentido cohesivo del movimiento. En cualquier caso, adiós a la red. Si es posible que algo auténtico de la vida humana sobreviva en este futuro al que hemos sido precipitados, ese algo no tendrá lugar en la red. Se ha convertido en un barrio demasiado frecuentado".
[Hakim Bey. Adiós a la Red]
febrero 12, 2007
El tiquet que explotó
Un silencio vibrante zumbaba en el aire magnetizado – Titilante luz azul le tocó el recto y los genitales jugando por la línea divisoria y le dejaron en la boca un sabor metálico – Acumuladores más pequeños provistos de mangueras se aplicaban directamente a las zonas erógenas así se recibía y transmitía el mensaje del orgasmo – Luego pasó a otras cámaras con símbolos sexuales magnetizados en paredes giratorias – Los otros tres muchachos ya no estaban – Los habían reemplazado por copias precisas de una sustancia como ámbar flexible con moldes de los cuerpos, y soldando las dos mitades – Aromas salpicados como vibradores eléctricos deslizaron hacia mí los maniquíes – olor a mucosa rectal, sudor, jabón carbólico, leche y ropa interior rancia sobre limpia carne joven – Desde radios de transistores en la garganta le flotaban todas las palabras sexuales de sus sueños húmedos y sus tardes de masturbación – El canal del pene era un tubo de hierro articulado cubierto por una esponja de goma – Vello púbico de alambre fino crepitó en chispas azules – En respuesta a la atracción magnética de los símbolos de las paredes las vergas de los maniquíes se levantaron – “Inclínate” Bradley se estiró sobre un bastidor de hierro – El maniquí era precisamente yo lo penetró con un lento movimiento magnético – Un titilante fuego azul se le disparó a través de los genitales traspasados por los símbolos de la magnética pared giratoria – el vibrador se encendió mientras los otros observaban – lujuria idiota bebiéndole la leche desde ojos de pantalla – Succionantes conos de color que le disolvían el pene en orgasmos de luz – “¿Mejor que ‘la de verdad’? – No hay nada ‘de verdad’ – Maya – Maya – Puro espectáculo” -
febrero 08, 2007
Computadoras
Dos pensamientos sobre la cultura de internet y las computadoras. Uno más entusiasta e inventivo, otro reflexivo y alarmante. Me gustaron los dos.
La ética hacker, por
Es buenísimo el libro del finlandés Pekka Himanen sobre "La ética del hacker y el espíritu de la era de la información". Aunque sus planteos son bien conocidos, no deja de ser interesante volver a explicitarlos de manera sintética.Un hacker, según el autor, es un entusiasta de cualquier tipo, un astrónomo por ejemplo, un escritor, un periodista... Alguien puede ser hacker sin tener nada que ver con la computación. Hacker es una denominación genérica, es una actitud, es quien trata de desafiar los modelos imperantes, de superarlos.
El texto tiene prólogo de Linus Torvalds, el creador del sistema operativo Linux y epílogo de Manuel Castells.
Todos rescatan al entusiasmo y al afan de entretenimiento como caminos vertiginosos hacia la producción y la mas profundas transformaciones personales y sociales.
Se trata de una ética de la red, o de la "ética-nética". Los hackers encarnan los nuevos valores: la diversión es buena, y más que buena, crucial. Diviriténdose tratan de desocultar lo oculto, de ponerlo todo en común, de apostar por lo público en contraposición a lo cerrado.
Se relacionan de manera diferente con el tiempo y con el espacio. No trabajan en horario de oficina, sino de madrugada o cuando quieren y desde donde quieren
La ética hacker es la que propone la vida apasionada, la que detesta la vida desapasionada rutinaria y obediente
Y ésa, es una propuesta apasionante.
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Fragmento de La Tragedia Educativa, de Guillermo Jaim Etcheverry.
Superficialmente, al emplear las computadoras, los alumnos aprenden a leer y a usar programas. En realidad, están aprendiendo otra cosa: cómo mirar fascinados una pantalla durante horas, aceptar lo que dice una máquina sin discutir, acostumbrarse a que el mundo es un sitio pasivo, preprogramado, donde basta con oprimir un botón para obtener la respuesta correcta. Aprenden que las relaciones humanas son transitorias y superficiales, como las mantenidas a través del correo electrónico. Que la disciplina no es necesaria cuando, mediante un botón, es posible anular las frustraciones causadas por el error. Que la gramática, la escritura, el pensamiento analítico y las acciones humanas importan poco.
El cuestionamiento que algunos hacen a la introducción indiscriminada de estos nuevos medios no constituye un episodio más de los tantos que expresan la resistencia del hombre frente a lo nuevo. No es el futuro frente al pasado, la incertidumbre opuesta a la nostalgia. Se trata de un problema relacionado con las características de la formación de la personalidad: una minimización del mundo físico real en aras de privilegiar un mundo irreal, virtual. Se está enseñando a los niños que explorar lo que está en una pantalla bidimensional es más importante que manipular los objetos reales o que sentarse a conversar con amigos, padres o maestros.